¡Quiero a mi esclavo de rodillas! ¡Y que se ponga a adorar mis pies! ¡Le ordeno que los bese y los adore... y así lo está haciendo de bien! ¡Eso es lo que merezco y eso es también lo que él merece! Yo disfruto mientras él me sirve! ¿Crees que me puedes servir como él? ¡Estoy seguro de que quieres eso porque es tu naturaleza ser un esclavo de pies, ¡de mis pies! Y tal vez te mantenga en castidad como él! ¡También quiero que me des un masaje y me untes una loción en mis piernas y mi trasero!